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Libro de otras Oraciones:
NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Día Primero

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy, tráeme la humanidad entera, especialmente
a los pecadores y sumérgelos en el océano de mi Misericordia. Así endulzarás la amargura que
tengo por la pérdida de las almas�.

Oh Misericordioso Jesús, cuyas principales prerrogativas son la Misericordia y el
Perdón, no mires nuestros pecados sino la esperanza que tenemos en tu infinita bondad;
tómanos bajo la protección de tu Misericordioso Corazón a todos y no rechaces a ninguno. Te
lo rogamos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo, en la unidad de la Santísima e
inescrutable Trinidad. Y tú, OH Padre Eterno, mira con los ojos de tu Misericordia a toda la
humanidad y, sobre todo, a los pobres hijos tuyos, cuya única esperanza es el Corazón
Misericordioso de tu Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo. Por los méritos de su dolorosa Pasión,
derrama sobre nosotros tu misericordia, a fin de que glorifiquemos por todos los siglos tu
bondad y tu omnipotencia. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

Día Segundo

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas de los sacerdotes y
religiosos y sumérgelos en mi insondable Misericordia.

Fueron ellos los que me dieron fuerza para soportar mi Dolorosa Pasión. Por medio de
ellos, como a través de canales, mi Misericordia fluye sobre la humanidad�.

OH misericordioso Jesús, fuente de todo bien, acrecienta la gracia en las almas de los
sacerdotes y religiosos, a fin de que puedan cumplir con decoro y con frutos sus deberes en tu
viña. Haz que ellos con la palabra y con el ejemplo conduzcan a todos los hombres a honrar a
tu Divina Misericordia.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de misericordia las filas de aquellos que trabajan
en tu viña, las almas de los sacerdotes, de los religiosos y religiosas que son objeto de la
predilección especial de tu Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo. Protégelos con la fuerza de tu
bendición y concédeles tu luz, de manera que llenos de celo guíen a los fieles por el camino de
la salvación y les transmitan tu Misericordia.

Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA TERCERO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios

que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme todas las almas fieles y piadosas;
sumérgelas en el océano de mi Misericordia. Ellas me han consolado a lo largo de la vía del
Calvario; ellas fueron una gota de consuelo, en medio de un océano de amarguras�.

OH Misericordioso Jesús, que derramas sobre todos los hombres copiosas gracias que
proceden del tesoro de la Divina Misericordia, acoge a todos los fieles cristianos bajo la
protección de tu Corazón misericordioso y no rechaces a ninguno. Te lo rogamos por el Amor
que te une con el Padre y el Espíritu Santo en la unidad de la santa e inescrutable Trinidad.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con los ojos de tu Misericordia las almas de los fieles y,
por la dolorosa Pasión de tu Hijo, dales tu bendición sosteniéndolos con tu constante
protección. Haz que no pierdan jamás tu amor y el tesoro de la santa fe, sino que exalten tu
Divina Misericordia, juntamente con el ejército de Ángeles y Santos. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DÍA CUARTO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme a los que no creen en mí y a los que
no me conocen todavía. En mi amarga Pasión he pensado también en ellos y su futuro fervor

consolaba mi Corazón. Sumérgelos ahora en el océano de mi Misericordia�. OH misericordioso
Jesús, que eres la luz del mundo, acoge bajo la protección de tu Corazón Misericordioso las
almas de los paganos y de los infieles que todavía no te conocen. Haz que un rayo de tu gracia
los ilumine, para que con nosotros, también ellos exalten las maravillas de tu Misericordia por
toda la eternidad.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de misericordia las almas de los paganos e
infieles que no conocen aún el Corazón misericordioso de tu Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo.
Ilumínalas con la luz. del santo Evangelio, a fin que comprendan la felicidad que es amarte y
exaltar tu Misericordia por toda la eternidad. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA QUINTO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas de los hermanos
separados y sumérgelas en el océano de mi Misericordia. Son aquellas que en mi amarga
agonía desgarraron mi Cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Pero a medida que se
reincorporan a ella, sanan mis heridas, y de este modo sirven de bálsamo a mi Pasión�.

OH misericordioso Jesús, que eres la misma bondad y no rehusas tu luz a quien
confiando en ti la implora; toma, bajo la protección de tu misericordioso Corazón, las almas de
los herejes y cismáticos, dales la luz de tu gracia a fin de que se incorporen al seno de la santa
Iglesia para que junto con nosotros exalten tu liberal Misericordia por toda la eternidad.

Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia las almas de aquellos que están lejos de la
verdadera fe y viven en el error, obstinándose en sus errores. No mires, Señor, su malicia;
recuerda el amor de tu Hijo y su dolorosa Pasión, en el cual con tanto fervor te pedía: �Que
sean todos una sola cosa… (Juan, 17, 12). Haz que estas almas vuelvan pronto a la santa
Unidad, para que juntamente con nosotros glorifiquen tu Misericordia por los siglos de los
siglos.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA SEXTO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas de los niños y de los
mansos y humildes como ellos; sumérgelos en mi Misericordia. Se asemejan a mi Corazón y
ellas son las que me dieron fuerza en mi dolorosa agonía. Las he visto entonces como ángeles
terrestres, velando junto a mis altares. Sobre ellas derramo los ríos de mis gracias, porque sólo
el alma humilde es capaz de recibir mi gracia. Honro a las almas humildes con mi
Confianza�.OH misericordioso Jesús, tú que me has dicho: �aprended de Mí, que soy manso y
humilde de corazón�, acoge bajo la protección de tu misericordioso Corazón las almas de los
niños, y de aquellos que, hechos mansos y humildes, se asemejan a ellos. Florezcan ante el
Padre Celestial como flores perfumadas que alegren el cielo. Haz que estas almas
permanezcan firmes en tu Corazón y exalten tu Misericordia por toda la eternidad.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia a los niños y a las almas mansas
y humildes que son más semejantes a tu amado Hijo y que con el perfume de sus virtudes

alegran tu trono. Te rogamos, por el gozo que ellas te dan, les concedas tu bendición,
extendiéndola al mundo entero, para así poder exaltar tu Misericordia por toda la eternidad.
Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA SÉPTIMO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas que honran y glorifican de
manera particular mi Misericordia. Estas almas participan de los sufrimientos de mi Pasión y
penetran más profundamente en mi Espíritu. Ellas son vivo reflejo de mi Corazón
Misericordioso. En la eternidad estas almas brillarán con un resplandor particular y ninguna de
ellas irá al infierno. Cada una tendrá mi asistencia en la hora de la muerte�.

OH Jesús misericordioso, tu Corazón lleno de compasión es el mismo Amor. Acoge
bajo la protección de tu misericordioso Corazón a las almas que se han dedicado
particularmente a la adoración de la Divina Misericordia, exaltando sus grandezas. Asiste a las
almas que toman todas sus fuerzas de la gracia divina, y que unidas a ti, en el dolor y en la
prueba quieren llevar sobre sus débiles hombros el enorme peso del mal que ha afligido a la
humanidad entera. Concédeles el don de la perseverancia, de la fortaleza y de la paciencia.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de misericordia las almas de aquellos que con
especial celo la adoran, y que, con palabras y obras, te glorifican e imitan siendo
misericordiosos con sus pobres hermanos; te rogamos concedas a estas almas, que, llenas de
esperanza recurren a ti, la inmensa gracia de tu Misericordia, según tu promesa de

�protegerlos en todas partes como tu propia gloria, siempre y especialmente en la hora de la

muerte�. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA OCTAVO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas que se encuentran en el
Purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi Misericordia, para que los torrentes de mi Sangre
alivien sus sufrimientos. Todas estas pobres almas están en mi Corazón mientras satisfacen a
la Justicia Divina. Vosotros tenéis la posibilidad de llevar a ellas un alivio. Saca todas las
indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas por ellas. ¡OH! si vosotros conocieas sus
tormentos, no dejaras de ofrecer a ellas la limosna de vuestras oraciones y de pagar sus
deudas que tienen con mi Justicia�.OH misericordioso Jesús, que has dicho: �Sed
misericordiosos como lo es mi Padre que está en los cielos�; toma bajo la protección de tu
Corazón misericordioso a las almas del Purgatorio. Que los torrentes de Sangre y Agua que
brotaron de tu Corazón misericordioso apaguen las llamas del Purgatorio, a fin de que también
allí sea alabada la infinita potencia de tu Misericordia.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia a las pobres almas del
Purgatorio; por la dolorosa Pasión de Jesucristo nuestro Salvador y por la amargura que en
aquellas horas llenó su Sagrado Corazón demuestra tu Misericordia con aquellos que están
sujetos a tu justa cólera. Te rogamos mires a estas almas sólo a través de las llagas de tu
amado Hijo y Señor nuestro, Jesucristo, cuya Misericordia sobrepuja a la Justicia. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.

DIA NOVENO

ORACIÓN PREPARATORIA PARA CADA DÍA

¡Señor, Dios, Padre Todopoderoso! por medio del Corazón Inmaculado de María, yo te
ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado por el fuego del Espíritu Santo, con las
alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo
Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu majestad, mi acción de gracias por los beneficios
que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer
siempre tu santa voluntad, y mi expiación por todos mis pecados, negligencias y omisiones. No
mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco: tu mismo Hijo
abrasado por el fuego del Espíritu Santo, y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado
Corazón de María. Amén.

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR: �Hoy tráeme las almas tibias y sumérgelas en el
océano de mi Misericordia. Estas almas hieren más dolorosamente mi Corazón. En el Jardín de
los Olivos, éstas me inspiraron la más grande repugnancia y me arrancaron este lamento:
¡Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad sino la tuya! (Lc.
22,24). Para ellas la última tabla de salvación es recurrir a mi Misericordia�.

OH misericordioso Jesús, que eres la Bondad misma, acoge bajo la protección de tu
Corazón misericordioso a todas las almas tibias, que, semejantes a cadáveres en putrefacción,
te llenaron de horrores en Getsemaní. Derrite el hielo de estas almas con el fuego de tu puro
Amor, para que puedan ellas exaltar tu Misericordia por toda la eternidad.

Y tú, OH Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia las almas tibias, que en
Getsemaní arrancaron al piadoso Corazón de tu Hijo el doloroso lamento: �Pase de mí este
cáliz�. Por la amarga Pasión de tu muy amado Hijo y Señor nuestro, Jesucristo, y por su
agonía en la Cruz, te rogamos las inflames con nuevo celo por tu gloria; derrama en sus
corazones el verdadero amor, para que, haciendo obras de misericordia aquí en la tierra,
puedan exaltar tu Divina Misericordia por toda la eternidad. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

Oh Jesús misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro

enteramente a TI, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu
Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de
misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos.

Mas, tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo
espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu
Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén.




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