Libro de otras Oraciones:
LA DEVOCIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS Decía Jesús: �¿ De qué aprovechará al hombre ganar el mundo si pierde su alma?�
Y esas palabras repetía San Ignacio de Loyola, recordando que el negocio más
importante es el de alcanzar la eterna salvación.
¿Quieres salvarte? Encomiéndate a la Virgen María, que suplicando a su Divino Hijo es
omnipotente. Pídele su protección como Madre, rezando <> TRES
AVEMARÍAS.
En recuerdo de los privilegios con que la enriqueció la Santísima Trinidad (el poder que
le otorgó Dios-Padre, la sabiduría que le comunicó Dios-Hijo, y la misericordia de que la colmó
Dios-Espíritu Santo).
La Virgen Inmaculada prometió a Santa Matilde y a o
santos, que quien rece diariamente las TRES AVEMARÍAS, tendrá su auxilio durante la
vida y su especial asistencia a la hora de la muerte.
Rezar así:
1ª María, Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal! Por el poder que te concedió
el Padre Eterno.
Ave María…
2ª Por la sabiduría que te concedió el Hijo.
Ave María.. .
3ª Por el amor que te concedió el Espíritu Santo.
Ave María…
Gloria…