Libro de otras Oraciones:
Plegaria a todos los Ángeles Sabias y útiles diosas, de la labor tranquila protectoras, mi espíritu busca paz y reposo; mientras cincela el verso y el pensamiento hila encuentre en vuestras manos el premio venturoso.
Proteged a mi estrofa del odio y del olvido, dadle el dulce secreto de hablar con voz eterna; resplandezca un instante su inefable sentido y perdure en lo excelso de noble alma fraterna.
Que el fulgido relámpago que en mi mente se aviva arda, perenne estrella, en vuestro cielo puro. Encended en mi espíritu la venturanza altiva que le muestre en vosotros la fe al ensueño oscuro.
Y así yo siempre, os admiro, ángeles y musas entregar a mi lámpara de óleo sacro el aliento; y si en la sombra acechan las lúgubres medusas, las ciegue la luz que enciende el pensamiento.