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······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
BENDICIÓN Y ORACIÓN DE SAN FRANCISCO

El Señor te guarde, te bendiga
y vuelva su rostro hacia ti.
El Señor tenga misericordia de ti
y te conceda la paz.
El Señor te dé su Santa bendición.

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Señor, haz de mí un instrumento de paz.
Donde hay odio, ponga yo amor.
Donde hay ofensa, ponga yo perdón.
Donde hay discordia, ponga unión.
Donde hay error, ponga verdad.
Donde hay duda, ponga fe.
Donde hay desesperación, ponga esperanza.
Donde hay tinieblas, ponga tu luz.
Donde hay tristeza, ponga yo alegría.

OH MAESTRO, que no me empeñe tanto
en ser consolado, como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender;
era ser amado, como en amar;
pues, dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando, se es perdonado,
muriendo, se resucita a la vida eterna.




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Libro de otras Oraciones:
BAJO TU AMPARO

Bajo tu protección nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en
nuestras necesidades
antes bien,
líbranos siempre de todo peligro,
¡Oh Virgen gloriosa y bendita!




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Libro de otras Oraciones:
AVEMARÍA

Dios te salve María, llena eres de gracia;
El Señor es contigo, bendita tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén




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Libro de otras Oraciones:
ÁNGELUS

D.- El Ángel del Señor anunció a María.
R.- Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María …

D.- He aquí la esclava del Señor.
R.- Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María …

D.- Y el Verbo se hizo carne.
R.- Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María …

D.- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R.- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que por el
anuncio del Ángel hemos conocido la encarnación de tu Hijo, Jesucristo, por su Pasión y Cruz
seamos llevados a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.




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Libro de otras Oraciones:
AMAOS

Todos buscamos la belleza; ella es el motor del cielo y de la tierra; porque todo tiene un
resplandor de hermosura. La belleza en el corazón humano es el amor. El amor es vida
universal, es la razón de ser de todas las cosas. Si se apagara el fuego del amor, la vida
moriría.

En Dios la vida y el amor son una misma cosa; también en nosotros, el grado de amor
señala el grado de vida; por esto según la sabiduría cristiana, �aquel que no ama ha muerto�
1.’ S. Juan, III, 14.

El amor forma la sustancia y la esencia de la vida cristiana. Ejemplo tenemos en
Jesucristo, nuestro Dios, que nos ha amado hasta morir por nosotros en una cruz. Quitada del
corazón del hombre la influencia divina, desaparece el amor típico, y ocupa en su lugar el amor
de concupiscencia, triste figura del amor que se reduce al egoísmo.

El amor, pues, para vivir ha de extirpar el egoísmo con la humildad. El hombre humilde
es amable, generoso, servicial y se sacrifica por el bien de los demás.

La sinceridad es el verdadero combustible del amor; porque sin ella la vida humana no
tiene valor delante de Dios. El amor de nuestro corazón se ha de derivar del corazón de Jesús,
ha de ser un mismo amor con el suyo, un amor divino, y, por consiguiente, puro, desinteresado,
universal; porque ha de ser un resplandor del amor infinito.

Con la perspicacia que da el amor se descubren en todas las cosas vestigios divinos y
la vida se convierte en ejercicio de amor. Los atletas cristianos han alcanzado todas sus
victorias luchando con esta arma: AMOR.

(De la Pastoral �El amor típico� del Dr. Torras y Bages)

ORACIÓN: Infunde, Señor, en nosotros, el espíritu de caridad, para que a los que
alimentaste con los sacramentos de la Pascua, les concedas por tu bondad vivir unidos entre
sí. Por Jesucristo nuestro Señor.




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