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······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
LA DEVOCIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS

Decía Jesús: �¿ De qué aprovechará al hombre ganar el mundo si pierde su alma?�

Y esas palabras repetía San Ignacio de Loyola, recordando que el negocio más
importante es el de alcanzar la eterna salvación.

¿Quieres salvarte? Encomiéndate a la Virgen María, que suplicando a su Divino Hijo es
omnipotente. Pídele su protección como Madre, rezando <> TRES
AVEMARÍAS.

En recuerdo de los privilegios con que la enriqueció la Santísima Trinidad (el poder que
le otorgó Dios-Padre, la sabiduría que le comunicó Dios-Hijo, y la misericordia de que la colmó
Dios-Espíritu Santo).

La Virgen Inmaculada prometió a Santa Matilde y a o

santos, que quien rece diariamente las TRES AVEMARÍAS, tendrá su auxilio durante la
vida y su especial asistencia a la hora de la muerte.

Rezar así:

1ª María, Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal! Por el poder que te concedió
el Padre Eterno.

Ave María…

2ª Por la sabiduría que te concedió el Hijo.
Ave María.. .

3ª Por el amor que te concedió el Espíritu Santo.
Ave María…

Gloria…




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Libro de otras Oraciones:
DEVOCIÓN A LA SAGRADA FAMILIA

Dios nuestro Señor, por su gran amor a los hombres, dispuso que su Hijo, al hacerse
un hombre, naciera, se formara y viviera en una familia humana como la nuestra. Y así fue para
que la Sagrada Familia de Nazaret sirviera de guía, modelo, consuelo y alegría de todas las
familias cristianas, cualquiera que fuera su condición humana. Hoy, cuando vemos sitiada y
puesta en grave peligro la que se llama, porque lo es, la primera célula de la sociedad humana,
la familia, los cristianos hemos de sentirnos particularmente inclinados a imitar todas las
virtudes que resplandecieron en aquella santísima Familia constituida por Jesús, María y José.

Consagración de las familias cristianas a la Sagrada Familia

PREPARACIÓN

Por la señal + de la santa Cruz…

Para que nuestra consagración sea más agradable a la Sagrada Familia, Jesús, María
y José, purifiquemos antes nuestra alma de pecados y faltas haciendo de todo corazón un Acto
de contrición.

ACTO DE CONSAGRACIÓN

Oh Jesús, Redentor nuestro, que habiendo venido a iluminar al mundo con la doctrina y
con el ejemplo, habéis querido pasar la mayor parte de tu vida, humilde y sujeto a María y a
José en la pobre casa de Nazaret, santificando a aquella Familia que había de ser el modelo de
todas las familias cristianas; acoged benigno la nuestra, que ahora se dedica y consagra a vos.
Dígnate protegerla, guardarla y establecer en ella tu santo temor, con la paz y concordia de la
caridad cristiana, para que imitando el ejemplo divino de tu Familia, pueda alcanzar toda
entera, sin faltar uno solo, la eterna bienaventuranza.

María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con tu piadosa intercesión haz que sea
aceptable a Jesús esta humilde ofrenda, y obtenednos su gracia y bendición.

OH san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socórrenos con tus plegarias en
todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y con vos,
podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús.

R. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
OREMOS. Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como
maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo: concédenos, te rogamos, que, imitando sus
virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el
hogar del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.
INVOCACIONES
Jesús, José y María, te doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con vos descanse en paz el alma mía.




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Libro de otras Oraciones:
CREDO (Apostólico)

Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder
de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos
al tercer día resucitó
de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde allí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.




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Libro de otras Oraciones:
CONSAGRACIÓN DEL GENERO HUMANO A CRISTO REY (modificada y aprobada por el Papa Juan XXIII)

Dulce Jesús, Redentor del género humano; míranos humildemente postrados ante tu
presencia. Vuestros somos y tus queremos ser; y para que podamos unirnos hoy más
íntimamente con vos, cada uno de nosotros se consagra espontáneamente a tu Sagrado
Corazón.

Es verdad que muchos jamás te conocieron; que muchos te abandonaron después de
haber despreciado tus mandamientos. Tened misericordia de unos y otros, benigno Jesús, y
atráelos a todos a tu Santísimo Corazón.

Reina, Señor, no sólo sobre los fieles que jamás se apartaron de Ti, sino también sobre
los hijos pródigos que te abandonaron; haz que estos regresen prontamente a la casa paterna
para que no perezcan de hambre y de miseria.

Reina sobre aquellos a quienes traen engañados las falsas doctrinas o se hallan
divididos por la discordia, y vuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en
breve no haya sino un solo redil y un solo pastor.

Concede, Señor, a tu Iglesia segura y completa libertad; otorga la paz a las naciones y
haz que del uno al otro polo de la tierra resuene esta sola voz: alabado sea el Divino Corazón,
por quien nos vino la salud: a Él sea la gloria y honor por todos los siglos de los siglos. Amén.




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Libro de otras Oraciones:
CONSAGRACIÓN BREVE A MARIA DE S.L.Mª Grignion

Renuevo y ratifico hoy en tus manos
los votos de mi bautismo.
Renuncio para siempre a Satanás,
a sus pompas y a sus obras,
y me entrego enteramente
a Jesucristo, Sabiduría encarnada,
para llevar mi cruz tras El, todos los días de mi vida.
Y a fin de que le sea más fiel
de lo que he sido hasta ahora,
te escojo hoy, ¡OH, María!,
en presencia de toda la corte celestial,
por mi Madre y Señora;
os entrego y consagro en calidad de esclavo,
mi cuerpo y mi alma,
mis bienes interiores y exteriores,
y aun el valor de mis buenas acciones
pasadas, presentes y futuras,
otorgándote entero y pleno derecho
de mí y de todo lo que me pertenece,
sin excepción, a tu agrado,
a la mayor gloria de Dios
en el tiempo y en la eternidad.




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