es fundamental que al realizar los quehaceres del hogar y buen trato de familia dedicar diariamente a las actividades de estudios sea el nivel que sea, excepto los sabados en la que es necesario hablar con DIOS a través de oraciones rogando por sustento de familia, uno mismo y amistades, ofreciendo sus esfuerzos de estudios para trabajar servicial-diligente sin apartarse de DIOS. A MENOS QUE SEA NECESARIO APARTE DE HABLAR CON DIOS DEDICARLO A OTRAS ACTIVIDADES.
una buena alimentación y bebida ayuda a mantener estable la memoria, respetar las leyes divinas nos mantiene en paz con nuestro CREADOR.
se le debe dar mayor valor a los estudios en la que se practiquen números tratando de no equivocarse.
se debe hacer deporte en días, lugares y horas permitidas preferiblemente en grupo y practicar en la que no haya riesgo a la vida sea la edad que sea.
ES NECESARIO SABER EN QUE ESTUDIOS, DEPORTES, TRABAJOS, PROFESIONES, PAREJA, TENEMOS DE ACUERDO A LA VOLUNTAD DE DIOS NUESTRAS PROPIAS VOCACIONES. De esto depende parte de nuestra felicidad terrenal.
oracion
Madre Inmaculada, que por haber recibido en tu seno al Hijo de Dios eres Trono de Sabiduría, alcánzame la gracia de estudiar con orden y constancia, con pureza de intención y afán de servicio.
Haz que mi trabajo me acerque cada día más a Ti y a tu divino Hijo; que nunca me olvide de ofrecértelo como ahora lo hago, para que mis horas de estudio sean verdaderas horas de Oración.
Ayúdame también Señora a lograr el fruto humano y sobrenatural que Dios espera de mi estudio, para que santificándome en el trabajo alcance la dicha de amarte para siempre en el cielo. Amén.
virgen María, humilde sierva del Altísimo,
el Hijo que engendraste te ha hecho digna sierva de la humanidad.
Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:
has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel
te anunció el proyecto divino de la salvación.
Has sido sierva del Hijo, dándole la vida
y permaneciendo abierta al misterio.
Has sido sierva de la Redención,
permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,
junto al Siervo y Cordero sufriente,
que ha inmolado en amor.
Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés y con tu purisima intercesión continúas generándola en cada uno de nosotros,
también en estos tiempos nuestro, difíciles y atormentados.
A ti, Joven santisima Hija de Israel, que has conocido la turbación del corazón joven
ante la propuesta del Eterno, dirijan su mirada con confianza los jóvenes del milenio.
Haznos capaces de aceptar la imitación de tu hijo a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.
Haznos comprender que servir a Dios satisface al corazón, y que sólo en el servicio de Dios y de su Reino nos realizamos según el divino proyecto realizable y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad. Amén