Ora Pro Nobis

ORACIÓN CONTRA EL ABORTO
(con aprobación eclesiástica)

Señor mío, te pido por los niños que son abortados, a los que se impide nacer estando todavía en el seno de sus madres, para que los acojas en tu gloria y se cuenten entre tus hijos predilectos por toda la eternidad.

Te pido por las madres y padres de los niños abortados, para que les hagas ver que matar a su hijo nunca puede ser la solución a ninguno de sus problemas. Te ruego les ilumines para que sepan que sus hijos son seres humanos desde el momento de su concepción, que se arrepientan de su pecado, lo confiesen, les perdones y vuelvan sus almas a Ti. Te pido que sanes las heridas que inevitablemente el aborto dejará en sus corazones por ser radicalmente contrario a la ley natural que Tú has establecido desde que el mundo es mundo.

Te pido por los médicos, enfermeras, personal de la industria del aborto y todos aquellos que, por acción u omisión, arrastran a las mujeres al abominable crimen del aborto. Hazles tomar conciencia de la gravedad del pecado que cometen para que se arrepientan, abandonen tales prácticas, se conviertan a Ti y puedas salvar sus almas.

Te pido que mantengas alejados de los padres y de los trabajadores de la industria del aborto a los malos espíritus que les alientan y tientan, para que de este modo sus mentes puedan ver con claridad hasta qué punto lo que hacen es horrible a Tus divinos ojos.

Te ruego que ilumines a los políticos de todos los países para que legislen a favor de la vida, protegiendo siempre prioritariamente al no nacido, como ser humano indefenso, inocente y muy amado por Ti.

Te pido que tu gracia aliente, ilumine y fortalezca a todas las personas y grupos que luchan contra el aborto, para que perseveren en sus esfuerzos y en su inestimable labor.

Te pido que despiertes las conciencias de esa mayoría silenciosa que no hace lo suficiente para que su opinión contraria al aborto se oiga en la sociedad. Te ruego hagas que en adelante estas personas se opongan activamente al aborto y de este modo, influyan sobre los políticos para que comiencen a legislar a favor de la vida.

Te ruego que yo no cese en la preocupación y celo por el drama del aborto, que mi oración para el fin de este genocidio sea cada vez más ferviente y que la atiendas con compasión.

Te pido, por último, que podamos vivir el día en el que la cultura de la vida se imponga a la de la muerte y la práctica del aborto cese definitivamente en todos los países del mundo, para gloria tuya y para la salvación de las almas de todos los implicados en ella.

Amén.