Libro de otras Oraciones:
Dulce Luz que me llenas ¿Quién eres Tú, dulce luz que me llenas
e iluminas la oscuridad de mi corazón?
Me conduces igual que una mano materna
y si me dejas libre,
no sabría ni dar un paso.
Tú eres el espacio
que envuelve todo mi ser y lo encierra en sí,
abandonado de Ti cae en el abismo
de la nada, donde Tú lo elevas al Ser.
Tú, más cercano a mí que yo misma
y más íntimo que mi intimidad,
y aún inalcanzable e incomprensible,
y que todo nombre haces renacer:
Espíritu Santo,
¡Amor Eterno!
¿No eres Tú el dulce maná
que del corazón del Hijo
en el mío fluye,
alimento de los ángeles y de los santos?
Él, que de muerte a vida se elevó,
Él me ha despertado también a mí a nueva
vida, del sueño de la muerte.
Y nueva vida me da, día tras día.
Y un día su abundancia me sumergirá vida de tu vida, sí, Tú mismo:
Espíritu Santo,
¡Vida Eterna!