El enfermo, al acercarse a la Madre de N. S. Jesús, mejora su vida. Es imposible
honrar a la “Llena de Gracia”, sin procurar la amistad con N. Salvador; y llenar la vida del
querer de Dios.
La Iglesia Católica, basándose en su experiencia de siglos, reconoce a la Virgen como
SALUD DE LOS ENFERMOS.
- Es decir, que Dios le ha concedido una fuerza muy grande contra todo mal, no sólo
contra el pecado, sino para recobrar la salud corporal.
- Ella es Madre del enfermo, por voluntad de su Hijo que muere en la cruz. Todo
enfermo que acude a María realiza el proyecto de Dios: “HACED LO QUE ÉL os DIGA”.
SALUD DE LOS ENFERMOS:
porque ofrece serenidad a cuanto sucede; pone orden; da confianza; enseña a saber
esperar y sobre todo a aceptar lo que Dios quiere: es el HÁGASE EN MI, SEGÚN TU
PALABRA”.