Libro de otras Oraciones
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Libro de otras Oraciones:
Salmo 50 (Miserere)

Ten piedad de mí, oh Dios, según tu misericordia:
Y según la muchedumbre de tus piedades, borra mi iniquidad.
Lávame todavía más de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mi maldad, y delante de mí tengo siempre mi pecado.
Contra ti solo he pecado; y he cometido la maldad delante de tus ojos a fin de que perdonándome, aparezcas justo en cuanto hables, y quedes victorioso en los juicios que de ti se forme.
Mira, pues, que fui concebido en iniquidad, y que mi madre me concibió en pecado.
Y mira que tú amas la verdad: tú me revelaste los secretos y recónditos misterios de tu sabiduría.
Me rociarás, Señor, con el hisopo, y seré purificado: me lavarás, y quedaré más blanco que la nieve.
Infundirás en mi oído palabras de gozo, y de alegría; con lo que se recrearán mis huesos quebrantados.
Aparta tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, y renueva en mis entrañas el espíritu de rectitud.
No me arrojes de tu presencia, y no retires de mí tu santo Espíritu.
Restitúyeme la alegría de tu Salvador; y fortaléceme con un espiritu generoso.
Yo enseñaré tus caminos a los malos, y se convertirán a ti los impios.
Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios salvador mío, y ensalzará mi lengua tu justicia.
Oh Señor, tú abrirás mis labios; y publicará mi boca tus alabanzas.
Que si tú quisieras sacrificios, ciertamente te los ofreciera; mas tú no te complaces sólo con holocaustos.
El espíritu compungido es el sacrificio más grato para Dios: no despreciarás, oh Dios mío, el corazón contrito y humillado.
Señor, por tu buena voluntad sé benino para con Sión, a fin de que estén firmes los muros de Jerusalén.
Entonces aceptarás el sacrificio de justicia, las ofrendas, y los holocaustos; entonces serán colocados sobre tu altar becerros para el sacrificio.




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Libro de otras Oraciones:
Alumbrad Señor

Alumbrad, Señor, con los rayos de vuestra lumbre y claridad eterna las tinieblas de mi entendimiento, para que pueda con claridad y certidumbre escoger a Vos sólo por bien eterno mío, y olvide y tenga en poco todas esotras cosas, pues son sombras falsas y apariencias engañosas; y conociéndoos, haced, Señor y mi Dios, que mi corazón y toda mi voluntad se encienda en amor vuestro y deseo vuestro, para que a Vos sólo ame, a Vos sólo quiera, a Vos sólo me arrime, en Vos sólo ponga mis ojos, y para siempre no consintáis que sea apartado de amaros. Y porque la flaqueza de estos cuerpos estorba a que esto no se haga tan libremente como es razón, esforzad, Señor, con vuestra fuerza la flaqueza de mi cuerpo, la bajeza de mi sensualidad y habilidad, para que todo lo que hay en mí os contente y agrade y os entienda, ame y sirva.




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Libro de otras Oraciones:
Oración para gozar de discreción

Purifica, Señor todopoderoso, mi corazón y mis labios; tú que purificaste los labios de Isaías con un carbón encendido, dígnate purificarme con tu divina misericordia, de forma que yo pueda, por medio de tu Ángel, alabarte siempre, aquí, ahora y en todo momento.




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Libro de otras Oraciones:
Para pedir docilidad y humildad

Espíritu Santo, Espíritu de verdad,
quiero hacerme dócil a tu enseñanza
y vivir fiel a los más pequeños toques
de tus inspiraciones divinas.
Eres Espíritu de vida, fuerza y luz,
sé mi vida, mi luz y mi fuerza.
Hablas en silencio al alma,
dame el espíritu de silencio y de recogimiento.
Desciendes a las almas humildes,
dame el espíritu de humildad,
enséñame a vivir de tu amor,
enséñame a repartir el amor a mi alrededor.




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Libro de otras Oraciones:
Ofrecimiento Del Día Invocando Al Espíritu Santo

—Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo.
—Para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo: Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, nuestro Obispo y sus intenciones y nuestro párroco y sus intenciones.




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