“Querido Jesús, recrea en mí, este día, un corazón humilde. Permite que cada uno de mis pensamientos, palabras y obras, sean para Tu mayor honor y gloria, nunca para mí. Muéstrame las áreas de orgullo en mi vida y ayúdame a vencer mi soberbia. Te lo pido en Tu Santo Nombre, Señor Jesús. Amén.”
Jesús está aquí con Su Corazón expuesto y dice: “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Mis hermanos y hermanas, he venido para recordarles que es el corazón humilde el que más fácilmente se entrega a la paciencia. Únicamente ejerciendo una gran paciencia es como pueden esperar la Provisión del Cielo. Todo el que espere algún tipo de Provisión Divina, ya sea una gracia particular, la conversión de algún familiar, o dirección en el camino a la santidad, debe practicar, cada uno, la humildad y la paciencia mientras espera lo que el Cielo ofrece. No saquen conclusiones precipitadas. Esperen por Mi Provisión, y Yo les mostraré hacia dónde ir, qué hacer, cuándo hablar y cuándo guardar silencio.”
“El alma no puede hacerse prudente por sí misma, así como la comida no puede sazonarse a sí misma. Pero el alma puede practicar la prudencia y rezar por ella. La sinceridad y la sencillez preceden a la prudencia sincera. Ellas preparan el corazón para que entre la prudencia. La prudencia llega a la perfección con la sabiduría. Pero cada virtud tiene su raíz en el amor.”
«El corazón sencillo entiende más claramente lo que es pasajero y lo que es eterno. El obstáculo para la sencillez es el que obstruye el camino del progreso a los Aposentos de Mi Corazón. Es el amor propio excesivo; pues el amor propio desordenado es lo que evita que el alma se rinda completamente a Mí. Un alma así no logra entregarse –tal vez inconscientemente– pero tampoco busca la rendición perfecta.»
«Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado. El corazón de este Mensaje es el amor desinteresado. Este es el amor ágape, un amor que no tiene ninguna agenda escondida para motivos egoístas. Este es el amor en su forma más pura. ¡Con cuánto ahínco Yo contesto las oraciones que me llegan cuando se elevan de un corazón lleno de este amor tan puro! Este es el tipo de amor que abrazó la Cruz y redimió a la humanidad. Es esta clase de amor la que viene a este lugar y llama a las almas a la conversión y a los Aposentos del Amor Divino. Este es el amor que con pureza de intención lleva a las almas a las profundidades de la unión con la Divina Voluntad.”
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado. He venido para describirte la virtud de la diligencia. La diligencia puede ser comparada con los granos de arena de un reloj de vidrio. La arena son los actos realizados diligentemente; es decir, por amor a Dios. El reloj de vidrio representa el amor a Dios que debe abrazar cada pensamiento, palabra y obra en el momento presente a fin de ganar mérito eterno. La diligencia, más que cualquier otra virtud, mantiene al alma en el momento presente. Es a través de la diligencia que se santifican las labores mundanas.»
Jesús dice: “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado. Mis hermanos y hermanas, nunca permitan que el desánimo forme parte de su corazón; más bien, siempre tengan esperanza porque la esperanza viene del Señor.
“Cada momento contiene la gracia preciosa con la cual pueden ser victoriosos. Por ello, vivan con alegría, esperanza y paz; y siempre confíen en que la victoria es nuestra.”
«Y por eso, los invito a ver que los espíritus sucios llegan a ustedes todos los días a través de estos diferentes medios de comunicación y tácticas del adversario, pues cualquier cosa que se opone a la castidad es un espíritu del mal.
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GRACIAS señor Jesucristo por interesarte en mi y tratar de corregirme en varias ocasiones con buenos azotes físicos, con flujo (curado) ciertas formas de aislamiento en mi minoría de edad; porque a través de ello tomé mi decisión individual a mis veinte años de tener el privilegio de recibir el sacramento de confirmación. Amén.